El vino es una de las bebidas más antiguas que se conocen. La uva es un fruto con una tendencia natural a fermentar, por lo que probablemente, el vino fue la primera bebida alcohólica que conoció la humanidad. El descubrimiento el vino pudo producirse por casualidad, cuando alguien dejó olvidadas unas uvas en algún recipiente, éstas fermentaron y luego alguien probó el caldo resultante. Además, la vid presenta una gran facilidad de adaptación, factor que sin duda ayudó en su expansión.
Hay muchos tipos de vino, cualquier paladar puede notar diferencias muy notables entre diferentes tipos de vino, en función de la variedad de uva, el clima donde se cultivó, el saber hacer de la bodega, etc. No hace falta ser un experto para catar un vino, es suficiente con aguzar nuestros sentidos para captar mejor sus características.
Escoger el mejor vino depende mucho de nuestros gustos y de la situación en que lo vayamos a consumir. Por eso es importante cultivar nuestro propio criterio a la hora de valorar un vino, además de diferentes elementos que impactan en su calidad: